El papel pintado es uno de esos elementos decorativos atemporales, pero cuya función se va transformando.
Por ejemplo, en el pasado se acostumbraba a utilizar para todas las paredes. Pero hoy en día suele utilizarse para resaltar tan solo una pared de cada estancia. Hacerlo así aporta más frescura a la sala y rompe la planitud de la decoración, atrayendo las miradas hacia una pared en particular.
Claro, la pregunta que surge es: ¿cómo saber cuál es la pared ideal para ser empapelada en cada estancia? Aunque es imposible sacar conclusiones que apliquen a todas las viviendas, pues cada una es única, estamos seguros de que los consejos que damos a continuación pueden ayudarte.
¿Dónde colocar el papel pintado?
Para cada estancia hay una regla diferente. Si quieres tener más inspiración acerca de cómo decorar con papel pintado, lee este post.
Primero, empezaremos por el dormitorio. Quizá es la habitación donde más claro suele estar: la pared del cabecero es la ideal para ubicar el papel pintado. ¿Por qué razón? Porque es una pared protagonista. Además, por lo general no se puede aprovechar ese espacio para colocar armarios ni muebles grandes. De esa forma, el papel pintado logra aportar textura y cambiar la espacialidad. También puede combinarse con la ropa de cama para crear un conjunto cromático uniforme.
¿Qué decir en el caso del salón o el recibidor? En esos casos, sirve un principio universal: escoger la pared con mejor visibilidad. O sea, cuando entras a esa estancia, ¿cuál es el muro que queda frente a tus ojos? Si tienes la respuesta, seguramente sea la mejor alternativa.
En cuanto a la cocina y al baño, como son zonas húmedas, debe usarse en las paredes con menor exposición a la humedad y el vapor, pues así se garantiza que dure más tiempo en perfectas condiciones.
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